Un asado con fotógrafos.
Ataúlfo Perez Aznar, Daniel Merle, Eduardo Grossman, David Beniluz, Diana Lebensohn, Pelusa Borthwick, Silvia Mangialardi, Alejandro Montes de Oca, Leandro Piñeiro, Moira Antonello, Oscar Pintor, RES y una serie de caras vistas con nombres conocidos pero sin conexión entre ambos, nombre y cara.
REFORZAR LOS CONCEPTOS
Gracias a RES (www.resh.com.ar) Por el carneo exhaustivo cuando ya no quedaba luz. A Eduardo Grossman por hablar mas de lo que prometió y a David Beniluz por su generosidad.
David Beniluz, Eduardo Grossman y RES carnearon mi obra.
Viene bien para todos los días pero si no se puede, al menos cada tanto es bueno tener actitud y conducta de alumno.
A tomar lo que sirva descartar lo inútil. Reparar en lo doloroso, sopesar los argumentos de la crítica, relativizar en relación con las motivaciones de la fuente.
Fortalecer las columnas, no amurallar el rancho, hacer cimiento mas sólido y preparar concreto para crecer sobre firme. Diferenciar los calibres del discurso. Reaccionar. Actuar en consecuencia. No dormir la siesta. Movilizar, movilizarse y/o pasarse bien por el orto las pelotudeces (desestimarlas).
El ego no juega en esto, es sólo la obra.
El flagelo del espejo.
Lo que se espera de nosotros es lo que esperamos de nosotros mismos.
Se ve lo que se conoce y el interés nos lleva a observar reparando en lo que nos mueve de alguna otra forma desde donde ni siquiera pensamos que es posible observar. Las formas de comprensión de lo visto funcionan de una forma por demás curiosa cuando son mediadas por lo que pensamos. Si toda expresión se remite a nuestros intereses y esas expresiones tienen que ver con lo que pretendemos del entorno, podemos trazar que, de modo análogo, lo expresado es además de lo que pretendemos del afuera, lo que queremos que el afuera encuentre en nosotros.
De este modo el mensaje emitido, independiente de lo que podamos explicar de él; es una declaración de principios sobre lo que sentimos y pensamos al respecto. Ya que corremos el riesgo de ver o no en el lo que se pretende y pretendemos del discurso y de nosotros mismos.
Un argumento posterior al hecho.
Hay quienes construyen significados sin ponerse a ver cuales son las herramientas, los recursos y las posibilidades. Hay quienes sostienen que el modo de expresión al que acuden es al que arribaron por opción, por adhesión a algún marco teórico o por síntesis; tal vez se recurra a explicar que las circunstancias llevan al sujeto a tomar el camino en cuestión debido a las variables de lo que quieras pero lo cierto que la expresión es lo que se muestra como tal. Luego en forma y contenido no hace mas que referenciar a un universo mucho mas complejo que lineal, mucho mas laberíntico, que la explicación mas llana, mucho menos necesario que el elemento mas prescindible de conjunto de recursos obviables. Y lo bien que hacen los que largan obra y significado, sin ponerse a pensar ya que la obra es lo que se expresa y nada mas que eso. Lo demás es andamiaje que una vez utilizado se retira y no se ve.
La ilusión del camino allanado.
Quienes comienzan en este recorrido de expresión y de búsqueda de obra o de si mismos suelen asignarle una importancia desmesurada a los elementos, a los significados, a las circunstancias temporales, culturales, políticas, estéticas, formales, espirituales y/o conceptuales que hacen que su trabajo resulte como resulta. La ilusión de creer que la distribución de los elementos, los tonos o los colores podría llegar a constituirse en algún tipo de salvoconducto hacia formas elevadas de expresión coincide con la idea decimonónica de pensar la pieza como una aproximación al universo griego de las formas bellas, donde todo es placentero, armónico, equilibrado y correcto.
En territorios mucho mas básicos se haya la suposición de la construcción de un tema como forma superadora de los conflictos expresivos. Por ejemplo fotografiar cosas de tal tipo o escenas que contengan zangarlazas en celo…., o que sean de tal color o aquel tipo de producto. La cosa por sobre el abordaje.
En esa lógica se haya quien supone que tal tipo de sujeto asegura tal tipo de reacción o sugerencia. La implantación del paradigma del objeto real por sobre la motivación del fulano que construye sentidos y significados. Así los hay de la técnica, de la forma, del formato, del soporte, de lo que se te ocurra. ¿y hace falta eso?
Los supuestos del atajo o acerca de una curiosa similitud entre las palabras rumbo y destino. Ver última nota del blog: http://julianrodriguez.com.ar/blog/201204/acerca-de-la-curiosa-similitud-entre-las-palabras-rumbo-y-destino/)
Ante un recorrido por una ruta que no tiene señales indicadoras ni marcas de tipo alguno para llegar a un lugar determinado nos podemos encontrar como mínimo con dos métodos que excluyen al GPS . Uno podría ser basarse en el dato geográfico que nos permite saber cual sería el rumbo que debiéramos tener, por ejemplo si tenemos que viajar hacia el NNO y entonces elegir los desvíos posibles en relación con esa pretensión de rumbo. A riesgo de saber que ante un desvío mal elegido podremos en el próximo retomar hacia el pretendido e inclusive volver atrás si lo consideramos necesario.
Otra posibilidad sería estudiarnos de memoria o anotarnos en un papel cual debe ser la secuencia exacta de virajes y decisiones a tomar en relación con todos los desvíos y bifurcaciones posibles que el camino nos presentará; a riesgo de saber que alcanzaría con que un desvío no se haya sido registrado o escrito para perdernos irremediablemente; inclusive sabiendo que si alguna obstrucción surgiera por reparaciones o corte de ruta, ésta pudiera hacernos perder el rumbo para siempre.
No es casual que el GPS funcione del primer modo, midiendo nuestra posición en relación con el objetivo y corrigiendo continuamente pero considerando al rumbo como destino y a cada movimiento como un intento de aproximación o alejamiento.
Se fotografía como se vive.
La suposición que el control anticipado de las variables conseguirán el resultado pretendido es casi tan inocente como el hecho de pensar que el estudio de los cruces evitará el extravío. Sospechar que el ajuste racional de las variables racionales conseguirá el resultado completo se ve en una suerte de fe al método que pretende evitar toda posibilidad de error.
Creer que existe un modo de operación mejor que otro, una película, laboratorio , impresor o programa de edición, un modo de enfoque mejor que otro, un firmware, un hardware, un software, un guayintong que solucionaría problemas de las fotos, un nuevo modelo de cámara con presuntas mayores prestaciones técnicas, mejores lentes, distintas marcas y modelos, saber cuánto hay que sobre o subexponer, donde hay que medir con que forma de fotometría se debe hacer la medición, cómo debe componerse, cómo deben desarrollarse los conceptos, inclusive el abordaje y los aspectos conceptuales, cuántos puntos debe tener la escena; entre cuáles se debe hallar la figura y a que distancia tonal debe encontrarse del fondo forman parte de la lista básica de excusas disuasivas del manual del escapadizo antropomórfico. Este conjunto de zonceras que se solucionan con el conocimiento del sistema y con un desarrollo sensible del aparato estético, si se me permite la mariconería idiomática, da la pista acerca de a que punto hay que llegar.
Eso es el rumbo y con técnica se llega. El asunto es conocer el destino antes de zarpar hacia esos horizontes, por que lo mas probable es que, aunque sabiéndolo, en el viaje viremos ligeramente el timón, hacia mejores puertos. La sugerencia pasa por no salir andando habiendo reparado solamente en que el casco no hace agua.
Suerte y buenos vientos. Salute.
En breve hacemos un asadito así en Mar del Plata….
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Buenísimo como siempre!
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