Se trata de entender el juego.
Segunda jornada de la clínica con Juan Travnik.
o sobre el pantano por el que discurre la menesunda.
Sus palabras serían el presagio, me suena a inicio de cuento breve y a nada de eso se parece una clínica con Juan Travnik. Durante este fin de semana se llevó a cabo el segundo encuentro del último paladín de la fotografía argentina con fotógrafos y estudiantes de fotografía marplatenses.
En el Taller que siempre quise tener, al que me hubiese gustado poder ir.
Ya que no hablan hablo yo.
Esta vez el Humanismo sería el tema a despanzar.
El uso de la palabra no es un exceso. Juan es propenso al desarme del concepto. No dicta axiomas, no da reglas urgentes para responder en un examen ni para tirar pinta de sabiondo en la fila de un teatro. No se hace el confundido, propala ideas, conceptos y posturas con la objetividad posible de quien habla de algo de lo que no fue parte, pero que conoce, cuestiona y respeta por su entidad innegable; así como tampoco puede evitar su dependencia y condición de deudor. Porque resulta que lo tremendo no es no saber porque sucede lo que sucede; ya que igualmente así es y fue. Lo terrible es negar la duda o agarrarse la primer atajo del pensamiento y creerse muy libre por eso.
HUMANISMO se vive o no es.
El Humanismo en fotografía podría ser abordado con André Kertész, Henri Cartier Bresson y Eugene Smith. Esta fue su selección y el jueguito se iba poniendo suculento con el húngaro en punta. Los méritos de André Kertész deben ser conocidos por cualquier fotógrafo y estudiante que ha pasado su primer semestre de estudio.
Pero los aportes de Travnik sintetizan con ejemplos terribles como funciona el muchachito. Nos habla del PUNTO DE TOMA como herramienta fundamental de la época.
Nos impulsa a descubrir su forma de pensar y no su forma de fotografiar. ¿es probable que alguien se dé cuenta de lo magnífico de esta sugerencia? Creo que su cadencia lo consiguen.
Nos habla de la placa rota. De los montajes y distorsiones. De las deformaciones como una forma de ser. Nos aclara que en André Kertész no hay tema. Hay mirada común. (¡Tomá piscuí!)
Las débiles relaciones del Cardenal de Reis y Cartier Bresson son la excusa para comprender porque “No hay nada en este mundo que no tenga un momento decisivo” Esta extrapolación de significados es un exceso como cualquier otra proclama de un muchacho que no tiene que hacer nada bien para ganarse la vida. El análisis de la obra de HCB en Juan Travnik es sorprendente. Particularmente creía que lo había estudiado profundamente desde mis 20 años, pero algunas cosas se me habían pasado; a Travnik no.
Con Smith me vapuleó. Creía cosas que no eran, por no haber leído suficiente sobre él. En ese punto podría haber negado su argumento y buscar al artilugio para cimentar al mío, pero me estoy poniendo grande, ahora entiendo.
El emporio de la pelotudez.
Así podría llamarse el lugar a donde se guardan aquellas fotos “que piden Blanco y Negro”. Esta gansada absoluta realza la responsabilidad de l autor en el acto fotográfico y en el argumento para avalar las decisiones tomadas para la construcción de las fotografías.
Color o ByN, lo decide el autor y listo. La foto no habla, Mambrú.
Vértigo en el ojo y el ojito.
Si las nuevas tecnologías cambiaron todo, el modo de leer, de estudiar, de tener sexo, de comunicarse y de entender la realidad ¿cómo no va a cambiar a la fotografía?
Hay que elegir bichamente a que bondi subirse.
Pero hay que subirse a uno, si no te quedás en la parada. Y viste como es esto. PENLV,PELF*
Sobre el argumento de: “yo fotografío mis sentimientos..”
No solo aniquila la posibilidad de avanzar en análisis de las potencias y defectos de la obra; sino que también alimenta la actitud cobijadora de profundidades personales. Una suerte de proclama de “como me sale , es como tiene que ser”
La diferencia entre sentimientos y comunicación, tiene que ver con que los sentimientos sirven para con uno mismo y la comunicación sirve para con los demás. Elaborado chango.
Sugerencias para todas y todos.
PENLV,PELF*
Avanzar hacia lo sugerente.
Avanzar hacia las metáforas.
No quedarse en la búsqueda. Ir hacia el hallazgo.
Analizar el manejo del medio.
La ambigüedad es beneficiosa.
Trabajar con lo mínimo.
La lectura de la pintura y de la fotografía es intrínsecamente distinta.
No hay quien vea a una persona y no se pregunte quien es.
Resolver en forma visualmente atractiva la relación de Figura y Fondo.
Evitar la teatralización y la pose “ de acá”
Es vano predeterminar la posición del cuerpo.
Trabajar la expresión corporal del cuerpo.
Entre la realidad y la foto debe haber un valor agregado a favor de la foto.
Si no tiene algo de mejor la foto, que no está en la realidad, sería mejor llevar al espectador frente a esa realidad.
«Los poetas quieren cambiar los sentidos. La fotografía lo hace por si sola. La poética es criptica.»
PENLV,PELF*: Pasa en la vida, pasa en la fotografía.
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