Julián Rodríguez

No será un renunciamiento histórico pero es el mío.

No me quedo con la ganas de aplaudir…

Si yo tengo muchas ganas de aplaudir
si yo tengo muchas ganas de aplaudir
si yo tengo la razón y no hay oposición
no me quedo con las ganas de aplaudir

Siempre me pareció que esa canción era el himno del conformista, del sumiso y del conservador. Cándido lo ha tomado como leit motiv y hasta construye una excusa para aceptarlo como única opción posible. Muchos días imagino a todos los miembros del CMC cantándola de la mano de Luis Reales como quien juega a la ronda. Enseguida descubro que es una ilusión, Reales no iría o mandaría a otra persona para que nos postergue el jueguito.
También creo que hablar por no estar callado es un hecho tan vergonzante que a mi nunca me pasaría. Intento ser coherente, decir lo que pienso, pensar lo que digo; hacer lo que digo. Esto marca mi modo de vivir y no necesito negociarlo por nada. Entonces vivo, pienso, hago y no puedo callar.

La experiencia CMC

Desde que entré al CMC mantuve una ilusión que hoy veo diluida.
Cuando escribí la estrategia de prensa y fue aceptada creí que estábamos a punto de resolver lo que veía como un conflicto esencial y hoy veo con pena que nada de eso sucede.
De proyecto de medición, publicación y cultura popular a la lógica del té canasta hay un abismo. Mucho vernissage y poca construcción de sentidos y significados.

Este CMC se la pasa organizando eventos, reinstalando festejos, reemplazando las tareas de la Secretaría, buscándole gente que trabaje gratis para sostener un CMC ilusorio y para que el ejecutivo y sus amigos sigan haciendo sus negocios. Para mostrarnos como buenos reclutadores de incautos y así generarles actividades felices y bonitas que oculten lo siniestro de la complicidad de la que de hecho somos parte. Yo no me inscribí en este Consejo para favorecerles los negocios a los privados, no es mi modo de entender la política. La política tiene que ver con lo público, con lo que nos corresponde a todos. Luego, no hay nada más político que la cultura.

Parece una batalla de egos por un botín inexistente; salvo que crean que alguna forma de fama y aprecio desde los funcionarios tuviera algún valor en alguna escala. Esta escalada de intentos de agradar a los funcionarios municipales conspira contra el objetivo fundamental del cambio de integrantes de CMC.
El problema fundamental no se aborda por miedo a no sé que. No se hace lo más importante porque hacerlo destruiría el buen nombre de este Consejo. Están maquillando al moribundo y decorándole el ataúd en vez de llamar a un médico para que al menos intente salvarlo.

Desde ya que acepto vuestro reclamo por mi forma de escribir y desde ese momento decidí no escribir nunca más para este CMC. Asumo que esa crítica esconde una censura y me da vergüenza ajena. Si hay algo que no puedo tolerar es que quien no escribe, me diga que y cómo debo escribir. Tengo un orgullo muy alto por no escribir ni vivir tibiamente. No es mi modo, habría que buscar a otro. No obstante puedo seguir colaborando con fotos, de hecho seguí haciéndolo; inclusive si así lo desean puedo seguir sugiriéndole a mis alumnos que los ayuden; les sirve a ambos, ustedes obtienen fotos sin costo y ellos/as practican. No hay rencor, solamente un conflicto de intereses. Acepté vuestra crítica, espero que no estén atajándose de la mía mientras la leen por primera vez.
A propósito del «estilo correcto» midan los rendimientos de las notas, cotejen las estadísticas, evalúen las influencias y los efectos provocados. Luego piénsenlo. Pero piénsenlo.

«Renuncie ricotero, renuncie». (escucho voces, imagino pensamientos)

Con vosotros mi renuncia compañeros/as.

Aquí la tienen, seguramente les servirá como un hermoso souvenir que cada vez que la encuentren, les hará pensar en como eran estos tiempos.
Ha sido un gusto vivir una ilusión junto a ustedes hasta que la realidad me hizo ver la terrible realidad.
Entiendan que la vergüenza que estoy sintiendo por pertenecer a este CMC no depende de ustedes; tal vez yo quise ver que la realidad era otra.
Les deseo suerte y la esperanza de que algún giro misterioso tuerza el rumbo de esta nave.
Léanlo como un escape, yo no quiero ser parte del naufragio.
Nos estamos yendo contra las piedras pero comprendo que el funcionamiento democrático tiene estas cosas. No quiero generar acuerdos, solamente lo quiero explicar y dejar escrito. Hacerlo público para evitar los rumores.
Hasta siempre y sepan que me tienen del otro lado. Un fotógrafo, ninguna institución, un nadie que no les hará mella. Una gran pérdida, muy conveniente, todos ganamos.
Al principio fue placentero saberme parte de este CMC, pero no me sobra el tiempo, no me hace falta un cargo y no quiero tener placeres que me den vergüenza.

Les deseo suerte y que esta sensación se haga epidemia porque es horrible.

Y además, el poncho no aparece.

Julián Rodríguez

a continuación cito las fuentes:

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7 Comentarios to “No será un renunciamiento histórico pero es el mío.”

  1. «Este CMC se la pasa organizando eventos, reinstalando festejos, reemplazando las tareas de la Secretaría, buscándole gente que trabaje gratis para sostener un CMC ilusorio y para que el ejecutivo y sus amigos sigan haciendo sus negocios»

    Impecable.

    Lo más triste de la situación es la evidente fragilidad e inoperancia de estas instituciones, que parecen intencionalmente creadas para desalentar a la gente.

    Estoy convencido de que en este contexto la renuncia es el único camino posible, y la única medida coherente con un interés verdadero por el desarrollo cultural de Mar del Plata.

    G.

  2. Viviana Ruiz dice:

    FELICITACIONES JULIÁN!!!! Estoy orgullosa de tener un arista marplatense como vos!Tu actitud coincide plenamente con los fundamentos que dieron origen al Séptimo Fuego: «Cuando hablamos de una transformación de la sociedad, entendemos un cambio radical hacia una sociedad que sea ella misma una colectividad autónoma. Lo mínimo que podemos imaginar, es lograr una sociedad de individuos libres, responsables y lúcidos. Estamos convencidos de que es en el territorio del arte desde donde debemos dar esta lucha. Defendiendo un espacio independiente en la búsqueda de una poética de emergencia donde se debatan ideas por y para la resistencia. Cómo resistir a la destrucción de la historia, del cuerpo, de la pasión. Es éste un compromiso social que asumimos. La resistencia es una lucha y ésta recién ha comenzado.» Sigamos dando la batalla.
    Un abrazo!
    Viviana

  3. gladys dice:

    (..)Yo no me inscribí en este Consejo para favorecerles los negocios a los privados, no es mi modo de entender la política. La política tiene que ver con lo público, con lo que nos corresponde a todos. Luego, no hay nada más político que la cultura»…Julián esto refleja tu coherencia; y por esto adhiero a tu palabras.Creo que la cultura es un espacio para la construcción de políticas democráticas y no democratizadoras donde se instala el status quo que diseña lo que se cree que la comunidad debe consumir, sin participación de los verdaderos actores culturales…siempre lo mismo: un puñado de amigos que se benefician y «nos representan»…Un abrazo !!y adhiero a las palabras de Viviana : Resistencia !!Gladys

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